martes, 28 de abril de 2015


COMPETENCIAS
DESCRIPCIÓN
Evidencia Ideal
 
Evidencia Real
1. Responsabilidades docentes.
 
El docente incluye la información relacionada con sus tareas como profesor o profesora. Asignaturas que imparte, tipo, curso o ciclo, titulación, etc., y cualquier otra responsabilidad como cargos académicos, comisiones, etc.
 
 
2. Filosofía de enseñanza-aprendizaje.
 
Se incluye la visión que el docente tiene de la manera de enseñar y también de la manera de aprender de sus alumnos.
Reflexionar en todo momento cómo enseñamos y cómo aprenden nuestros alumnos nos ayuda a marcar el buen camino hacia, entre otras cosas, el aprendizaje.
Para asimilar los aprendizajes, los tienen que hacer suyos, y para hacerlos suyos, los tienen que trabajar, manipular, no sólo escuchar y leer. Para hacer suyos esos contenidos nada mejor que intentar ponerse en la piel del maestro y hacer de maestros y maestras. También es importante acercar los contenidos teóricos al mundo real, a su mundo. Las actividades educativas tienen como finalidad última promover el crecimiento personal del estudiante la asimi­lación y el aprendizaje de la experiencia social culturalmente organizada: conocimientos, destrezas, valores, normas, etc.
La cuestión clave no reside en si el aprendizaje debe conceder prioridad a los contenidos o a los procesos, con­trariamente a lo que sugiere la tradicional polémica, sino en asegurarse de que sea significativo.
 
 
 
3. Metodología de enseñanza.
 
De modo coherente con el punto anterior, el objetivo en esta parte es explicar claramente cómo actúa, es decir, qué enseña, cómo lo hace, cómo evalúa, etc. Se trata de poder obtener una visión lo más completa posible de todas las actividades relacionadas con el proceso de aprendizaje-enseñanza que pone en práctica.
Las metodologías han de ser variadas y múltiples. No hay que menospreciar al libro de texto ni sobrevalorar las nuevas tecnologías, todas son válidas, si con ellas conseguimos motivar a los alumnos hacia el aprendizaje.
Quiero recalcar, que para mí, la evaluación no es un fin, si no parte del proceso del cual se puede extraer un gran aprendizaje. Las rúbricas de evaluación son herramientas muy útiles que nos permiten abarcar un gran abanico de ítems de forma concreta y realista.
 
 
4. Esfuerzos por mejorar mi enseñanza.
El profesor refleja en este apartado las acciones que ha llevado a cabo por mejorar su enseñanza antes y a lo largo de la realización de lo programado.
 
 
 
 
5. Resultados de mi práctica docente.
 
Una evaluación del proceso de aprendizaje-enseñanza no puede olvidarse de los resultados, ya que, en definitiva, son los que dan sentido a todo aquello que los profesores realizamos. Es ésta una tarea fundamental que demuestra el grado de profesionalidad del docente.
 
 
6. Balance y metas.

 
 
Como el portafolio es un documento dinámico, no tendría sentido terminar simplemente con un balance global de lo conseguido y de los esfuerzos realizados, sino que es necesaria una perspectiva diacrónica que sitúe al profesional de la educación en un proceso de mejora permanente. De ahí que el portafolio docente muchas veces finalice con un balance personal relativo a un programa personal  de formación y con el planteamiento de acciones de mejoras futuras a corto y a largo plazo.
 
 

 

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